Belo Horizonte... mi primer hogar.
Esta ciudad es tan hermosa como la primera tierrita donde se siembra una semilla. Viví aquí tres meses y puedo decir que me voy llena de aprendizajes y lecciones de vida además de que aquí aprendí el portugués que sé hasta ahora y que entendí el sentido de hogar en mi existencia.
Belo Horizonte tiene una variedad de lugares para visitar y viví aquí mudándome cada dos semanas a diferentes hogares donde cada persona me recibía con tanta amabilidad (esque los brasileños son muy amables) y gracias a ellos conocí muchos lugares de Minas Gerais, uno de los estados más ricos en diversidad, comida y terriotorio de Brasil.
Apredí con tres grupos hermosos de personas una de las expresiones más ricas de el arte brasileño: el teatro. Y esque no me cansaré de agradecer porque además tienen un diversidad de expresiones en esta rama semejante al tamaño del país en sí -son casi todo el territorio de america del sur- y algo que me llevo grabado de estos procesos es la fuerza, devoción y pasión que le meten a todo; en el teatro Brasil se expresa, grita y exclama todo el caos político que ahora se está viviendo. Solo el hecho de enterarme que Brasil es el 7mo país en el mundo que mata a las mujeres solo por ser mujeres.
Obra de teatro: Escombros da Babilônia, Grupo Luiz Estrela, Belo Horizonte.
Ph: Lorena Zschaber
Gracias a este teatro que conocí y es mínimo a la cantidad de expresiones que el país tiene, pude abrazarme y mirar la vida como esa pequeña luz que todos tenemos para construir algo y demandar, anunciar, hablar, que ya es un paso gigante porque las masas se mueven, la energía se transmite y empieza la acción. Brasil ruge y quiere un cambio como toda latinoamérica necesita, porque fuera de ser una cultura diferente a otros países vecinos y de tener una lengua diferente, las sincronías en este tipo de situaciones son similares y tengo fe que uniéndonos se puede hacer una diferencia y dejar de lado las preferencias para grupos selectos que tienen todo el dinero en sus cuentas de banco y no permiten la circulación del dinero. La riqueza está distribuida para beneficiar a pocos.
En Brasil todo está controlado por los bancos, el dinero pasa por ahí y claro, no fluye y en un punto es inaccesible para todas las personas y muchos han perdido todo y viven en la calle, son los moradores da rua los que viven en los parques, afuera de los bancos, afuera de los locales comerciales, etc. Los tachos de basura son su abastecedor diario y uno que otro lugar de comida que les regala algo.
Belo Horizonte y todo brasil es hermoso, literalmente todo es verde y amarillo, los paisajes son hermosos pero seguimos en este complejo sistema que busca diferenciar a las personas por su poder adquisitivo. Gracias por permitirme conocerlo y penetrar en sus venas llenas de amor a la vida y dolor a los que buscan destruir su comunidad de amor. Latinoamérica unida puede crear y dibujar un nuevo camino, de seguro.
Vamos lá!
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