Subir montañas, un momento de ensueño
El unvierso es un gran señor taita maestro y sabe como poner en tu camino las pruebas que sean necesarias para que los portales de luz a los que estás destinados a entrar, puedan estar al frente de ti y así abrirte a la existencia, expandir tu consciencia, o como todos lo dicen: vivir la vida.
En la casa donde vivo actualmente hay siempre personas de todo el mundo, con couchsurfing y Airbnb siempre hay nuevos integrantes en esta familia temporal y atemporal... La bondad del dueño que arrienda este departamento gusta de tener siempre personas que usen el gran espacio de su casa, porque es todo el piso de un edificio, es fancy y gracias a esta generosidad, una chica de las muchas que pasan por aquí habló sobre ir a una cachoeira en Campo Grande, una zona del norte de Rio de Janeiro capital, y esta cascada era conocida por un grupo de viajeros que por el internet se reunían para sumar más viajeros y conocerla, me emprendí en este viaje deseando conocer la cascada y hacer nuevas amistades.
Ella se mudó a otra casa de otro host de internet, y quedamos en vernos al día siguiente golpe 6 am para ir hasta el punto de encuentro con todo el grupo. Dicho eso me desperté 5am, miré el amanecer que es una de las cosas más lindas que se puede hacer en esta casa... mirar una bola de fuego salir al fondo de las montañas e iluminar el mar, ufff, para morir de tanta maravilla natural. Con ella por mensajes quedamos mejor vernos en la Central de Brasil para tomar el tren porque ella iba hasta allá en metro, y yo iba en bus que era más barato y dicho eso, armé mi mochila, comida, bikini, toalla y protector solar, salí, tomé un bus y llegué a la central. Ella no aparecía, hice una recarga de celular, y no se activó inmediatamente, pasaba el tiempo, el tren estaba por salir, y pensé que ella al salir en el metro, que es más rápido, capaz salió en el tren anterior. Me subí al tren, llegué a Campo Grande en el punto de encuentro y no había un alma, yo con la mochila toda armada y nisiquiera sabía el nombre de la cascada, no tenía otro contacto del grupo, nada, me porte como una novata viajera confiando en que ella sabría todo y llegué a la mitad de la nada sin saber a dónde ir -porque volver a casa no era una opción- busqué un punto de wifi para escribirla y vi un punto de una tienda de muebles, pedí red y el chico me supo decir que no tenían la clave, pero él, muy atento ,me compartió la suya y la escribí, nada, no estaba con red ella tampoco, quería llamarla, mi saldo no se cargaba aún ya como dos horas después (no compren TIM en brasil), el chico atento me dejó llamar desde su celular y ella no contestaba y después de tanta negatividad decidí solo preguntar dónde está la cascada más cercana.
Dicho esto mi destino se puso en juego y no me podía permitir llegar hasta ahí en ese calor y volver a casa, no, no y no. Odio hacer algo sin un objetivo. Me dieron las indicaciones y me fui sola por primera vez a conocer una zona alejada de la común, en un lugar muy lejano de mi actual casa y sin llevar un mapa, y esque desde mi salida de Ecuador, la app de Maps es mi mejor amiga y aquí no había nada de nada. Llegué a la estacion y me emprendí a Rio Prata que traduciendo sería rio plateado y yo solo imaginaba un paraiso pero sin ninguna referencia. Llegué al fin del recorrido del bus que era donde empezaba la ruta hasta este lugar y pregunté la dirección y el chofer me dijo que "siga el camino y hasta el fondo..."
Sin referencia de cuánto caminar, cómo era la cascada, dónde estaba... solo caminé y el inicio ¡madre mía! pura cuesta, sudé como no había sudado con todo el yoga que había hecho, el calor empezaba a subir y 9am se sentía que estaba fresco. Subí, subí y subí y lo único que acompañaba el paisaje verde era un montón de grafitis sin ninguna intención más que la de ensuciar el panorama -en brasil hay muchos y en todo lado y son solo letras sin sentido alguno, o almenos sin sentido para mis ojos con falta de visión grafitera- en un punto entontré un letrerito que decía "Por favor, cuida la naturaleza y lleva contigo la basura que generas" ¡bingo! era uno de los míos y claro, al mirar el sendero había toda variedad de plásticos y mirar eso solo da lástima la falta de sensibilidad con la madre tierra. Tratando de seguir el sendero empezó a aparecer la selva pura y cruda, llena de tantos animalitos y yo recordando que ésta amiga me dejó plantaba, pero que si eso no pasaba no estaría en mi primera vez sola en una montaña subiéndola.
Pasando por varios bosques y mirando árboles maravillosos y deleitándome con sonidos exóticos iba adentrando esta montaña sin saber a dónde exactamente iba a parar, y en varios momentos encontré caminos en "Y" que no sabía exactamente qué camino escoger, y tomaba el que sentía mejor y con un marcador dejaba una señal para saber por dónde volver. En muchos momentos pensaba que me voy a perder en esta montaña si sigo caminando sin saber a dónde voy. Y pues seguí hasta un punto donde una "Y" más estaba en mi camino con la diferencia de que a la derecha me llavaba a no sé dónde y la izquierda tenía una puertita artesanal hecha con alambre de púas ¿adivinen cuál elegí? La Carolina escogió la izquierda, escogió enfrentar esta puertita... y, pues abro esta puerta y sigo mi camino, el sendero ya no era tan marcado pero cada vez había animales nuevos y más grandes. En un momento pasó por mi frente una mariposa azul tamaño de la mano, hermosísima, y alrededor centenares de mariposas de otros colores y tamaños, eran muchas y yo solo me decía a mí misma que estaba en un mariposario de verdad, no donde las ancierran. Seguía caminando y otra puerta de la misma que bloqueaba el camino, respiré y abrí de nuevo, me decía a mi misma "¿quién puede ser dueño de una montaña?" y caminaba hasta que llegué a la punta de esta montaña, había un montón de piedras gigantes caídas, unas incluso parecían rostros de ovnis como a medio tallar -mi imaginación- tomé unas fotos y seguí, y aquí una tercera puerta... a este punto me pregunté si seguir o no, ya había pasado algunas horas de caminata y de seguro algunas personas vivían aquí y yo me sentí como metida en su casa... con el calor que hacía yo solo deseaba la famosa cachoeira para clavarme ahí y refrescarme del infernal sol y calor de la selva brasileña, pero ésta, nada que aparecía.
En este punto me puse a meditar un poco ¿regresar? ¿qué hay más allá? ¿quiero ir? Vamos -me dije- y abrí esta puerta y seguí y en este camino el paisaje cambiaba un poco, había palmas de banano y árboles de ayahuasca, aquí me replanteé todo... ¿vine por algún motivo aquí? ¿lo que busco encontraré aquí? ¿ayahuasca? ¿y si llego a una ceremonía y hago mi segunda sesión de la vida? pues yo solo articulaba preguntas pero el paisaje cada vez era de ensueño, tanto verde, sonidos de pájaros muy diferentes, grillos gigantes, el olor... ufff. Yo solo deseaba la cascada, nada más. Pero todo parecía que me llevaba a algún lugar más emocinante o más claro yo me hacía esas ilusiones. Hasta que llegué a una "Y" más y una puerta más... qué churos, la abrí. Seguí la derecha y ¡madre mía! de lejos miraba una casita, aquí ya me sentí que estaba irrespetando todas las leyes no escritas, era espacio de otras personas, ¿si alguien me ve? estoy sola aquí tan lejos... ¿Hooolaaa? -grité- nadie respondió, seguí muy suave para no hacer ruido y uff... el aliento se me fue. Un manantial a la entrada de la casita, me moría. Era la caida de una pequeña cascadita desde una roca gigante y a sus pies una piscina de agua natural cristalina y cubierta de flores blancas que un árbol próximo las dejó caer, era un pequeño paraiso. Sentí tanto deseo de meterme pero a lado había una casa... me senté cerca y solo observaba, había peces dentro, todo era como un sueño, yo me lo pregunté varias veces ¿estoy soñando? miraba todo a mi alrededor y muchos sueños eran así, todo verde, limpio, puro, tan vivo.
El deseo de meterme fue disminuyendo y la decisión de no meterme fue porque en la casa al fondo miré que había un macaco, un mono que corría como loco, me paré y salí imaginándome -como en las películas de terror cuando todos los animales hacen ruido para avisar al dueño que alguién llegó- salí lo más rápido que pude, me sentí mal, sentí que estaba en el lugar incorrecto e irrespetando a quién sabe quién. Empecé el camino de vuelta y con el cuerpo desganado sentí que me creé una expectativa y eso me llevó a verme a mi misma una vez más, este viaje está lleno de lecciones. Soy una creadora de ilusiones, antes de siquiera empezar yo ya imagino un posible climax, desenlace y final cuando no me dejo maravillar de lo esencial. Ese manantial era un paraiso ¡es más que suficiente para estar feliz! Pero la Carolina y sus expectativas...
Al descender e ir recordando el camino miré en el piso popó de caballo, y era el rastro obvio de que alguien vivía ahí. Pasé por un árbol de mango de los muchos que había ahí y con todos los mangos verdes y pequeñitos que habían en el piso decidí dejar un mensaje para los que vivían ahí, o almenos un rastro de que alguien más llegó. No sé, creo que sentía la necesidad de tocar la puerta y decir "hola, paso de visita" pero es tierra muy extraña que no me permitía hacer eso, o almenos no sentía esa energía en esa casa. Hice un mandala en espirar con todos los mangos que recogí y seguí el camino de bajada hasta llegar a la primera "Y" donde comenzaron las puertas y en esta "Y" tomé el otro camino y a tan solo 5 minutos caminando ¿adivinen? la famosa cascada... me reí... caminé como dos horas pa'rriba y la cascada estuvo más cerca de todo.
Fue mágico, ¿qué busco? ¿a dónde voy? me saqué toda la ropa, nada de bikini, así como dios me trajo al mundo, chapuzón... no tenía más motivos para estar ahí que deleitarme de toda esa maravilla... sola en una montaña que ni sabía el nombre, dándome vueltas con el alfa y omega cuando al final la vida es así mismo: simple como caminar, alimentar los sentidos y caminar... agua tan deliciosa, calor tan húmedo, cascada de pura piedra... me quedé ahí mucho tiempo, pensando, respirando y quitándome todas esas cosas que me había impuesto para "vivir" cuando es mucho más sencillo. Es luna llena, tanta energía y ese manantial de allá arriba fue un regalo de la luz y del cosmos.
Me quedé maravillada de las curiosas cosas que pasan en la cabeza y las maravillosas cosas que pasan en este plano de existencia. Comí mi fruta que llevé, les dejé un poco a las hormigas de la zona que se veían que disfrutaban el gigante trozo que representa para ellas, recogí mi basura, me puse mi ropa y a descender siguiendo mis apuntes en el sendero. Incluso luego encontré gente de ahí que ya casi el inicio del sendero tenían otra cascada más, solo que ya al ser más pública tenía mucha basura, saludé y gracias a ellos encontré mis señales de nuevo, porque a la final si no les encontraba a los locales, uff, quién sabe dónde habría ido a parar, o quizá paraba a la salida misma sin saber que no seguí mis apuntes... nunca lo sabré. Lo que en este momento siento es que esta vida tiene 2/3 de estar despierto y 1/3 de pasar dormida... cuando estoy dormida puedo estar donde yo quiero, con quien quiera y visitar a quién quiera, pero ¿y despierta? ¿hasta dónde quiero llegar?...
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